La acidez actual de los océanos no tiene comparación en la historia de la Tierra
Si el pH sigue bajando, podremos comenzar a ver efectos importantes sobre los organismos marinos
Madrid. (EP).- Un estudio del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, y la Universidad de Bristol, ha evaluado en detalle una serie de cambios climáticos en la historia del planeta y han descubierto que las tasas actuales de acidez de los océanos no tienen comparación en toda la historia de la Tierra.
Según de desprende del estudio, publicado en Science, hoy en día los océanos absorben, aproximadamente, una cuarta parte del CO2 liberado a la atmósfera, reduciendo el pH de su superficie.
Al aumentar el CO2 de la atmósfera, también lo hace la velocidad a la que éste se disuelve en el agua de mar, bajando cada vez más el pH de la superficie -un proceso conocido como acidificación de los océanos.
Los experimentos de laboratorio sugieren que si el pH sigue bajando, podremos comenzar a ver sus efectos sobre los organismos marinos, tales como un crecimiento más lento, menos crías, pérdida de masa muscular, enanismo, reducción de la actividad, y la disolución de sus conchas de carbonato -con consecuencias para todo el ecosistema marino.
Sin embargo, como un gran número de procesos están involucrados, es difícil predecir lo que ocurrirá en el futuro, y en qué medida los seres humanos podrán seguir beneficiándose de los recursos que los océanos proporcionan.
Con el fin de conocer este futuro, los investigadores han buscado en el pasado, revisando los fenómenos climáticos de los últimos 300 millones de años que mostraron evidencia de elevación de CO2 en la atmósfera, calentamiento global y acidificación de los océanos.
La doctora Daniela Schmidt, de la Universidad de Bristol, y una de las organizadoras del taller, ha afirmado que "los experimentos de laboratorio pueden dar pistas acerca de cómo reaccionan los organismos marinos individuales, pero el registro geológico es un experimento en tiempo real, en el que participa todo el océano".
Por su parte, el profesor Andy Ridgwell ha añadido que "este registro geológico sugiere que la acidificación actual no tiene precedentes, al menos en los últimos 300 millones de años de historia de la Tierra, y plantea la posibilidad de que estemos entrando en un territorio desconocido de cambios en el ecosistema marino"
Sempre m'he sorprès de la confiança que mostren els humans respecte a la seva supervivència a tots els cataclismes, com si el futur fos sinònim d'eternitat. Els humans es reprodueixen amb la seguretat que els seus descendents tindran un vida llarga i assegurada, que al mateix temps es reproduirà en altres, i així per sempre més. Deia Werner Herzog en un imponent documental sobre l'Antàrtida, que estava segur que la Terra tard o d'hora ens regularia. En aquelles immensitats gelades, buides d'humans, de les seves societats, i de la seva història; apareixia una mena de misticisme que s'allunyava de la necessitat de ser pensat pels éssers humans. Apareixia la seguretat de que aquest planeta existia amb raó pròpia abans que nosaltres, i continuarà existint sense nosaltres. Observant fotografies de les superfícies de Venus o de Mart, em pregunto si no podria ser que abans haguessin estat llocs semblants a la Terra, i em pregunto si el futur de la Terra no és convertir-se en un planeta semblant. Son interrogants que venen del passat remot, i van al futur remot. Però tal com estem configurant la Terra, és segur que davant de la inconsciència general de la població que continua pensant que es pot viure a tot drap, sense auto-limitar-se, ni establir una ètica de comportament vital amb l'entorn terrestre. És segur que la vida humana, si de moment continua, s'enfrontarà a catàstrofes que limitaran el nombre de supervivents, i la qualitat de la seva existència.
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